El día día de ayer hemos sido testigo de un hecho aparentemente raro. La bancada fujimorista (que jamás deja de coordinar con Keiko Fujimori), decidió archivar el proyecto de ley que otorgaba libertad domiciliaria a los mayores de 75 años que se encuentren con la salud deteriorada, presentado por el Congresista (sin bancada) Roberto Vieira. En palabras del mismo legislador, el principal beneficiado de su iniciativa sería Alberto Fujimori, lo que convertía dicha proposición en una completa violación a la constitución, la cual señala que no puede existir leyes con nombre propio.

El archivamiento de la iniciativa legislativa, se dio sin mayor profundidad de debate, y sin que se elabore un pre dictamen, en tiempo récord, ni bien inició la sesión de la Comisión de Justicia del Congreso de la República. Todo ello ante la mirada y gritos de un grupo de simpatizantes del ex presidente, y la desaparición de Vieira, quién sólo presentó el proyecto y no se quedó a defenderlo. Inmediatamente, La Bankada salió a declarar que no iban a conformarse con un simple arresto domiciliario, sino que emplazaban a PPK a firmar el indulto para AF. Tampoco se hizo esperar las declaraciones de Kenji, que emplazó a su bankada.

En el año 2013, KF le cuestionaba a Ollanta Humala (ante su negativa de concederle la prisión domiciliaria a su padre) "¿Qué peligro puede significar un hombre de 75 años y que tiene tantas enfermedades? No estamos hablando de libertad, estamos hablando de ARRESTO DOMICILIARIO, para que pase sus últimos días con su familía". El fujimorismo ha dejado pasar la oportunidad de sacar a AF de la DINOES, y me saltan las siguientes preguntas: ¿Acaso, que Fujimori salga de la cárcel, no le ayuda en otorgarle una calidad de vida? y la segunda es ella misma que ha hecho ¿Keiko, qué peligro puede significar un hombre de 75 años y que tiene tantas enfermedades?

AF ha expresado muchas veces su oposición a las medidas adoptadas por KF, en el seno del fujimorismo, y su apoyo al menor de sus hijos (Kenji). una cosa es Alberto en la DINOES, sin mayor contacto; y otra en su casa, despachando y opinando de manera pública sobre el destino del fujimorismo, con el liderazgo natural que tiene dentro de éste.

Keiko colocó sobre la balanza la libertad de su padre (y con ello, la felicidad familiar) y, en el otro platillo, su camino sin molestias mayores a una tercera candidatura a la presidencia. A todas luces, ella prefirió ser política, en lugar de hija.